¿Cuándo elegir psicoterapia?

Por Alejandra Gajardo Toesca.

Todavía prevalece la creencia de que la psicoterapia es sólo para los que están enfermos o desequilibrados. Eso nos lleva a demorar la decisión y por lo tanto a aumentar la tendencia al desequilibrio. Creo que en toda existencia las situaciones difíciles y dolorosas son inevitables. Las formas en que la vida deja de ser agradable se pueden dividir de esta manera:

  • Sufrimiento profundo: hay situaciones realmente dañinas frente a las cuales sólo queda sufrir, pero siempre hay una posibilidad de elección, podemos elegir seguir sufriendo o aprender nuevas capacidades frente a la dificultad que se nos presenta. Es decir que podemos optar por la resiliencia, la capacidad de adaptarnos y crecer en el dolor. Es más “natural” tomar la decisión de pedir ayuda cuando se nos presenta este tipo de situaciones.
  • Patrones disfuncionales:  existen otras situaciones, en las cuales sufrimos principalmente por los modelos que hemos aprendido a lo largo de nuestra vida o por los patrones determinados por nuestra misma personalidad (en parte también forjada por nuestra historia), en estos casos se tiende a postergar esa decisión y por lo tanto a normalizar el malestar. Nos acostumbramos a vivir de manera mediocre, soportando la vida, aunque no hayan situaciones  demasiados críticas.
  • Evasión: y existen aquellas vidas en lo que todo parece estar bien. En mi consulta muchas veces le pregunto a personas que vienen a trabajar pequeños conflictos, a los que no les dan mucha importancia, cómo ha sido su infancia. Y con lo que más me encuentro es con respuestas vagas, como que todo fue lindo, pero al preguntar detalles resulta que realmente casi no recuerdan nada. Esto incluso ocurre en adolescentes y suelen pensar que es normal, “ya pasó tanto tiempo”. Se trata de un estilo de vida evasivo, donde se invierte gran cantidad de energía en mantener una apariencia de estar bien, incluso frente a uno mismo. Se puede lograr mantener ese estado por largo tiempo hasta que aparecen síntomas inexplicables para la persona, ya que “todo estaba bien”. En estos casos la crisis suele presentarse, si es que se presenta un conflicto, como una crisis de angustia, o depresión. Y la persona tiende a buscar ayuda en medicamentos para eliminar el síntoma y seguir con “la buena vida”, evadiendo la verdad

Por supuesto que existen muchas combinaciones, por ejemplo en el primer caso, existen personas que sufren un gran dolor pero su capacidad de resiliencia las llevan a transformarse de manera positiva y sabia, con o sin ayuda. Mientras otras, con patrones nocivos de enfrentamiento a los conflictos, se quedan pegadas en el sufrimiento y no logran avanzar.

Elige Terapia, siempre puedes estar mejor.

El rol de la terapia según el tipo de conflicto.

  • Perspectiva: en los casos más simples, será una ayuda para mirar con distancia el conflicto y poder salir de él con mejores herramientas, dañando lo menos posible a su entorno y a si mismo.
  • Análisis: en otros casos, consistirá en una reflexión más profunda de aquellos patrones que mantienen a la persona en un estado de “sobrevivencia” o sufrimiento permanente, de manera de poder liberarse  de ellos y seguir avanzando en la vida con una actitud más plena.
  • Revisión de la historia: a veces es necesario ir atrás y sanar conflictos de la infancia que no permiten que la persona avance hacia una existencia más feliz. De esta manera la persona aprende a aceptarse y amarse a si misma.
  • Trascendencia: otras veces el trabajo se transforma en algo más espiritual, ya que aquello que motiva a la persona es la búsqueda de un sentido profundo a su vida.
  • Relacional:  existen terapias que se centran en la reparación de vínculos dañados.
  • Traumas: y existen terapias más específicas, centradas en la superación de traumas, abusos, maltratos, etc.
  • Foco en la personalidad: a veces la estructura de la personalidad se desarrolla de maneras disfuncionales que generan dolor en la persona. o en su entorno, entonces el trabajo se centra en modificar dentro de lo posible ese funcionamiento, haciéndolo más adaptable y con una mayor disposición a la felicidad. En este caso, como en otros, se trata de procesos extendidos en el tiempo.

Realmente esto es sólo un análisis muy general, para llegar al punto central: “no existen personas totalmente normales”, todos tenemos algún grado de desequilibrio, por lo tanto todos podemos tomar la decisión de aprender a estar mejor. Y la psicoterapia se trata básicamente de eso: APRENDER A ESTAR MEJOR. La psicoterapia no sólo ayuda a superar el tema específico por el cual se pide ayuda, sino que enseña a acceder a las mejores maneras de vivir de cada persona, según su estilo. Otro tema son los modelos de psicoterapia existentes, a lo que puedo referirme más adelante.

Como le digo a mis clientes:

“En el centro de nuestro ser existe un lugar sagrado lleno de sabiduría, donde siempre se está bien, donde existe la plenitud total. La terapia ayuda a conocer el camino que ya existe o a crear un camino más directo para llegar a ese lugar”.

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